En este artículo vas a poder aprender algo más acerca del envejecimiento del músculo esquelético, un proceso que comienza alrededor de los 30 años de edad y que no perdona a nadie.
¿Qué es el envejecimiento del músculo esquelético?
Con el paso de los años los huesos se vuelven más frágiles y, por lo tanto, las lesiones más frecuentes. Esto es algo habitual si tenemos en cuenta que la densidad de los huesos empieza a disminuir a partir de los 30 años de edad, acelerándose en las mujeres tras la menopausia.
Este camino hacia la vejez termina por mostrar deterioros en el tejido muscular que no solo generan enfermedades, sino también discapacidades que pueden llegar a afectar a los hábitos de vida de la persona. Con el paso de los años valerse por uno mismo cada vez se vuelve más complicado descuidando los buenos hábitos.
Por desgracia, en algunos casos este envejecimiento del músculo esquelético acaba provocando que se produzcan las caídas, lo que termina por aumentar las comorbilidades y también la muerte prematura.
Conforme se va envejeciendo las articulaciones experimentan cambios en su cartílago y en su tejido conjuntivo. El cartílago interior de las articulaciones se vuelve más fino y sus componentes se alteran. Con esto se disminuye la resiliencia de la propia articulación y, por lo tanto, se explica mejor que aparezcan más lesiones.
Cuando en algunas personas las superficies de las articulaciones no se deslizan tan bien como deberían se pueden llegar a producir episodios de artrosis. Además, fruto de este proceso, las articulaciones también se vuelven más rígidas debido a que el tejido conjuntivo de los propios ligamentos se vuelve más duro y quebradizo.
El envejecimiento del músculo esquelético es algo que no tiene fin. Este proceso se inicia sobre los 30 años, como hemos señalado, y ya dura para el resto de la vida. Con el paso del tiempo este proceso se encarga de disminuir de forma gradual la cantidad de tejido muscular del cuerpo, así como el tamaño de sus fibras musculares.
Este proceso, además de volvernos más proclives a las lesiones, nos hace perder fuerza muscular y supone un aumento de carga en ciertas articulaciones, por ejemplo, las rodillas. Debido a esto es normal sufrir artropatías y las ya explicadas caídas. Es importante tener en cuenta que este proceso, a pesar de ser inevitable e irreversible, se puede ralentizar.
El ejercicio es la clave para retrasar el envejecimiento del músculo esquelético
Para retrasar considerablemente los efectos del envejecimiento del músculo esquelético es importante llevar a cabo ejercicio de forma constante. Mantener un buen estado de forma físico es fundamental para retrasar toda esta clase de problemas y sentirse mucho más fuerte.
No es necesario apuntarse a ningún gimnasio ni practicar ningún deporte, plantéate llevar a cabo pequeños hábitos como utilizar más las escaleras de casa o salir a pasear con frecuencia. Además de sentirte mucho mejor contigo mismo lograrás que tus músculos se mantengan mucho más fuertes durante más años.